Sorpresas de la vida

El pasado martes venía yo decidido a bloggear lo que sea, me vestí y fuí a un café internet, entré a ver mi correo y encontré una agradable sorpresa.

Me había llegado un mail de una amiga inglesa que no había visto en cuatro años, era un mail sencillísimo: hi, im in mexico city, call me if you want. kisses Tasha. Le llamé al número que me escribió y me contestó un tipo con voz ronca, le pregunté por ella y me dijo que estaba en Teotihuacán, que llamara más tarde. Le llamé en la noche y me la pasó de mala gana, ya ni me acordaba de su vocecilla chillona bien compensada con ese hermoso acento del sur de Inglaterra.

Al siguente día, el miércoles, fuimos a Xochimilco, su amigo, el que contestaba el teléfono siempre,no nos quiso acompañar, sólo la dejó en la estación del tren ligero donde la recogí y nos fuimos a dar un rol en una traja.

Para aquellos que no son del D.F. debo explicarles que para cualquier adolescente chilango, el decirle "vamos a Xochimilco" o "vamos a las trajas" significa sólo una cosa: VAMOS A PONERNOS PEDOS. La última vez que fuí, pues no recuerdo lo que pasó.

Pero en este caso andaba yo de guía y nomás me tomé dos chelas mientras nos poníamos al día, lo último que supe de ella era que estaba estudiando en Alemania o alguna parte del centro de Europa, y como a mi ya no me agrada esa zona geográfica, pues ni me molesté en pasarla a visitar. Pero resulta que ya volvió al Reino Unido, a Birmingham y que debí haberle llamado mientras andaba en la isla. Ya ni modo-le dije, ella me preguntó si volveré a visitar el UK, la verdad es que no sé, la última vez que fuí casi me muero-respondí-tengo más ganas ahora de ir a la Argentina o la India, lo que suceda primero. That´s great! im going to India next year, you should come with me, my uncle lives there, i go almost every year! -me gritó, entonces yo me llené de emoción porque en verdad quiero ir a la India, pero mantuve mi temple semibritánico y respondí al más puro estilo Jarvis Cocker: I´ll see what i can do.

Por la noche la acompañé a casa del amigo malhumorado con el que se estaba quedando, bebimos té y le contamos al anfitrion cómo nos conocimos, hace ya casi cinco años en un pueblito llamado Ramsgate, al sureste de Inglaterra, desde cuya orilla se puede ver la costa de Francia. Le contamos cómo traté de nadar el canal para llegar a la Bretaña Francesa y que casi me muero de hipotermia, entonces el wey quitó su cara de pocos amigos y se cagó de la risa. ¿En qué estabas pensando, de verdas creiste que llegarías?-me preguntó, le respondí que si, que en realidad la distancia es bastante corta, el problema es que el agua está bien pinche fría, lo bueno es que cuando ya me estaba ahogando, el novio de Tasha me sacó del agua.

La noche entera se nos fué platicando, Tasha me reclamó un poco el no haberla visitado en diciembre, y que la última vez que nos vimos, no me despedí, sólo me fuí a Londres y no le avisé a nadie,pero me encontró, no sé cómo consiguió mi correo y no le pregunté porque me gusta el misterio. I went to your flat and you were gone! Your flatmates told me that you were gone, but they didnt want to tell me where.-Le expliqué que mis compañeros tampoco sabían, que simplemente tomé mis cosas y me fuí, conseguí un ray a Londres, y luego a New Castle, luego a Birmigham, Brighton, Bristol, Oxford...y que eso hice los siguientes meses en la Gran Bretaña, ir de ciudad en ciudad, de aventón en aventón, pero la decepción es que no llegué a Manchester.

Por la mañana la acompañamos al aeropuerto y la pobrecita se puso a llorar, le dije que si no se quería ir, pues se podía quedar conmigo, mi madre está acostumbrada a que siempre meto extranjeros en el cuarto extra de la casa. No respondió, le prometí que la visitaría en Birmingham o Bombay, pero no dejaba de llorar, lo hizo todo el tiempo mientras esperábamos su vuelo, luego tomó sus cosas, me besó en la mejilla, yo le di un abrazo y se fué.Me quedé ahí con el amigo que le dió hospedaje y ninguno de los dos supimos por qué lloraba.