lunes, marzo 26, 2007

Saturday Nite A-live

Eran como las tres y media de la mañana, Daniela estaba claramente borracha(tanto que hasta nos compró un sixpack y ofreció comprarme el libro carísimo de Kafka) y lo que es peor, se puso de necia con que debía llegar a su casa. Primero le quitamos las llaves pa que no se vaya a matar, pero se puso tan malacopa que el dueño de la casa de la fiesta a la que descaradamente nos anexamos pues acabó por corrernos a todos: Daniela, Lalo y yo.

Pues váyanse con ella y vean que no choque-me dijo el greñudo ese.
Pero entonces nos va a matar a los tres-dije yo.
Chaale mai, ya ves? Por qué no sabes manejar-me decía Lalo sin saber que yo ya me estaba reclamando lo mismo.

En las negociaciones de: mejor quédate aquí, vamos a un hotel y ahí te quedas, toma un pinche taxi.Y por el otro lado: nel nel, a la verga, DAME MIS PINCHES LLAVES HIJO DE TU PUTA MADRE! DAME MIS LLAVES QUE YA ME QUIERO IR!! YA ME TENGO QUE IR CABRONES, DENME MIS PINCHES LLAVES-mas las patadas y un par de objetos rotos, pues no hubo de otra mas que hacerle caso al greñudo quien empezaba a perder la paciencia. Éramos los últimos tres en la casa.

Desde antes de subir al coche sabíamos que esto iba a estar de la verga, Daniela gritando: a dónde los llevo!? Cómo nos vamos?! Y yo poniéndome el cinturón, Lalo creo que ya estaba pacheco, lo que me hacía el único consciente de lo inminente.

Ahora son las cuatro y media y estamos en el Viaducto, que a esa hora va casi vacío, Daniela prendió la radio y la canción me reconfortó y resignó al mismo tiempo: Sympathy for the Devil de los inmortales Rolling Stones. Si me voy a morir, al menos será con un buen soundtrack-pensé. La conductora gritaba vituperios y no dejaba de acelerar, como pude la convencí de alejarse del muro de contención, ésa gruesa pared de cemente, tan gruesa, tan surreal en ese momento, Danny no dejaba de acelerar y finalmente pasó, le puso en toda su madre a un pobre Atos rojo que creo era un taxi, alcancé a ver a dos señoras asustadísimas en la parte de atrás, y a un señor super encabronado al volante que sólo vió nuestro polvo.

En la primera oportunidad que vimos, Lalo y yo nos bajamos de aquel pointer y que Dios se apiade de mi alma, pero el martes casi me muero por las pastillas, no sobreviví para que una borracha me mate en el viaducto-pensé para justificar mi cobardía.

sábado, marzo 24, 2007

Meditaciòn George

El fin de semana, acà meditabundo sobre la vida, màs bien sobre mi casi muerte autoinducida, pues lleguè a varias conclusiones.

El gran problema de meditar (al menos en mi caso) es que me deprime mucho, y me deprimo y quiero drogas y si meditaba sobre dejar drogas y el meditar eso me deprime y la depresiòn me hace querer usar màs drogas, pus asì no llegamos a ningùn lado...

Buscando respuestas, primero en el fondo de una botella, luego en el periòdico, encontrè esto:













Què pedo con los agradecimientos a San Judas Tadeo!! con la proposiciòn de amor!! Al ver este periòdico lleguè a la conclusiòn de que la vida no vale nada, pero està llena de cosas tan pero TAAN jocosas.

miércoles, marzo 21, 2007

ADICCIÓN

Este día tenía que llegar tarde o temprano, a mi parecer llegó muy tarde porque hice demasiado daño a mi mismo y a los que quiero.

Quisiera pedir perdón a todos ya que el ser adicto no sólo me afectó a mi. A modo de excusa puedo deciros que no me daba cuenta de lo que hacía, creía que fumar marihuana una vez a la semana era algo tan natural y divertido que no debería de molestar a nadie, me equivoqué.

El pasado lunes me tomé seis pastillas de diazepam, ¡SEIS! esta droga ya la había probado en Londres, pero no en semejantes dosis, o la tomaba combinada con otras cosas, pero este lunes, fueron seis y de putazo ¿por qué? no sé, sólo lo hice y me quede dormido...Desperté entonces en mi habitación y acababa de tener un sueño rarísimo, me tomó dos minutos el percatarme que algo andaba mal. Yo tomé las pastillas y me dormí en casa de un amigo de Lalo y desperté en mi cuarto. Empecé a hacer preguntas y mis terribles sospechas resultaron ser verdad, era miércoles, y los pocos recuerdos que tenía yo del martes era los que creí habían sido sueños, tales como: estar escondido bajo la mesa de un laboratorio para que no me vieran los prefectos y me expulsaran, que me sentía tan mal que no sabía como llegar a mi casa y Angela me tuvo que dar un ray. Recuerdo muy poco de lo que sucedió, inclusive no recuerdo haber publicado el post anterior.

Pero ya no, Angela me lo dijo de frente: ERES UN ADICTO, Y SI NO NIEGAS ¡PRUÉBALO! tiene toda la razón y que dios me parta de un rayo si no lo pruebo, no señor, no mas drogas para mi.

martes, marzo 20, 2007

Novecientos Setenta y Tres Pesos

El centro de la ciudad de México es probablemente uno de los lugares más enigmáticos del planeta. El sólo intento de atravesarlo implica ya un reto para la salud física y mental. Si no sabes bien en qué calle te metes, puedes acabar sin dinero, sin ipod, sin ropa, sin ojos o cualquier otro órgano. Por otra parte, es el único lugar que conozco en el que puedes encontrar de todo, y cuando digo de todo, me refiero a DE TODO: comida, bisutería, sexo, brujería, drogas, música, piratería, pornografía, literatura, turistas, arte, historia, magia, ropa, coches, gente, perros, caballos, vagabundos.

Ya que les describí mas o menos el centro amado, les cuento que es el lugar ideal para comprar libros, la calle de Donceles tiene todo tipo de libros viejos y nuevos, grandes y chicos, interesantes o de superación personal, también frente a la alameda está la librería Gandhi y cerca del Eje Central está el Fondo de Cultura Económica, a este último fui con la idea de comprar un libro de Paco Ignacio Taibo II o de Camus, no encontré el primero y el segundo no me convenció, acabé comprando un libro de Conrad y uno de Doyle (ya sólo me faltan poco mas de un par de cuentos para tener la colección entera de Sherlock Holmes). En la caja, antes de pagar, vi detrás del gordo cajero un libro anhelado, era hermoso, un tomo de las obras completas de Kafka, el que contenía lo que a mi me faltaba: sus diarios y todos los cuentos, las cartas y todo lo póstumo…Creo que me quedé viendolo por más de un par de minutos(creo que babeando) porque el cajero me preguntó que con qué iba a pagar, le pregunté el precio del libro de Kafka y me dijo con voz socarrona y mirada retadora: NOVECIENTOS SETENTA Y TRES PESOS, les juro que lo dijo esbozando una sonrisa de: “o sea, en tus sueños chamaco”. Todo se derrumbó, me saqué de onda, las voces en mi cabeza empezaron a gritar vituperios y salí casi corriendo, no digo corriendo porque al poli le dio tiempo de detenerme y recordarme que no había pagado, pagué, tomé mis cosas y eché a correr.

Tan desorientado estaba que olvidé dónde estaba el metro, no sé cuánto caminé, pero miré la comida, la bisutería, el sexo, la brujería, las drogas, la música, la piratería, la pornografía, la literatura, los turistas, el arte, la historia, la magia, la ropa, los coches, la gente, los perros, los caballos, los vagabundos y ya nada me pareció tan agradable, todo me llenó de asco. En eso estaba yo, caminando rápidamente frente al zócalo cuando me encontré a Thalía, quien me alivianó un poco con un abrazo, me preguntó por qué no había ido a la escuela, que todos empezaban a creer que me había muerto de sobredosis.
Ya mas calmado por el abrazo fui a Donceles, donde compré un libro de Kerouac y una revista literaria. Regresé a casa temprano para comprar una laptop que nomás no se me ha hecho comprar y juré volver, volver por mi libro de Kafka.

domingo, marzo 11, 2007

Dos Buenas Razones de Por Que No Habia Yo Escrito Nada...

RAZÒN NÙMERO UNO:

YA NO TENGO INTERNET EN MI CASA. Desde hace ya un par de entradas, me he visto forzado a usar el internet de mi escuela, ¡pero es chafìsima! es super lento y aprietas una tecla en el teclado (valga la rebuznancia) y se tarda ocho segundos hasta que la letra aparece en la pantalla. Tons, entenderàn que es muy frustrante escribir en dichas computadoras.

RAZON NÙMERO DOS:

THE GRASS WAS GREENER
THE LIGHT WAS BRIGHTER
THE TASTE WAS SWEETER...

El cielo estaba enfadado ese dìa, nubarrones color carbòn cubrìan casi por completo la ciudad de Mèxico, mientras que una Luna rojiza y llena rompìa la capa de esmog, logrando iluminar el Foro Sol. El DF presenciaba por segunda vez la llegada de este titàn que el pasado martes hizo que hasta los aztecas se levantaran de sus tumbas de hierro y fango...Si, han adivinado (si si ya adivinaron, pues soy fanss de ustedes) ROGER WATERS TOCÒ A DOS ESTACIONES DEL METRO DE MI CASA.

Y la luz era màs brillante, y el pasto mas verde, y todo era dulce...

SHINE ON YOU CRAZY DIAMOND!!-asì oìa yo gritar al estadio entero, mis alterado estado de nerviosismo y barbitùricos me hacìa percibir cosas màs allà de mi verde y vacìaconcepciòn del universo... Me jalè de los cabellos, me retorcì como muègano...si hubiese tenido algo en el estòmago, probablemente hubiera vomitado-de coraje, porque no entrè..

Estaba yo a tan sòlo una avenida, una barda de ocho metros (y cientos de elementos de seguridad), de uno de los mùsicos màs geniales de los ùltimos cincuenta años, y no pude verlo bien, no superè la barda, ni la avenida ni los elementos de seguridad.
Los revendedores se pusieron bien perros, y nunca bajaron el precio del boleto (donde caiga) de mil pesos y si les decìas que te dieran el asiento màs culero por quinientos pesos, de plano te mandaban a la chinada. Pues asì còmo? Simple: AL PUENTE QUE ATRAVIEZA CHURUBUSCO, Y TE TREPAS EN LA BARDA QUE DIVIDE DICHO PUENTE Y EL FORO SOL..De ahì se veìa chido, otros tres weyes igual de listos que yo, me acompañaban en la barda; no sè cuànto tiempo pasò, recuerdo haber escuchado wish you were here muy a gusto, hasta que...

Llegaron un par de polis, que algo les escuchè murmurar, (yo estaba en otro pinche planeta) y despuès vinieron màs, me parecìo escuchar en la distancia a seis vocecillas distintas, todas dicièndome con vituperios que me bajase de la barda. Por supuesto que no hice caso (yo estaba en otro pinche planeta)! Despuès sentì un jalòn y me pude ver a mi mismo cayendo del muro en càmara lenta, luego vino el golpe, casi en la nuca. Me levantè sobàndome de inmediato y vi a los seis azules listos pa partirme la madre. Me miraban con ojos de "dame una razòn" ò "chale, tiene tiempo que no le parto la madre a alguien con lentes". Bajè entonces la mirada y mientras bajaba las escaleras les gritè: Pinches Puercos. No fueron tan pendejos pa pegarme de espaldas, lleguè a la avenida y vi còmo llegaban camiones con granaderos dentro.

Por supesto que me sentì como en aquella parte de The Wall (la peli) en la que llegan los polis a romperlo todo, los coches, los huesos de los pobres jòvenes, los sueños de una generaciòn...si mal no recuerdo, esa escena es en la que ponen de fondo la rola RUN LIKE HELL. Y eso fuè exactamente lo que hice, corrì como el demonio al ver el inebitable enfrentamiento que se avecinaba.

Ni fuè tan malo, nomàs bajaron a empujones a toda la banda que se habìa trepado al puente para medio-ver de a gratis.

Luego me fuì a comer unos tacos y a tratar de empedarme, como no lo logrè, regresè a mi casa y me puse super pacheco. FIN.