miércoles, enero 23, 2008

Viaje al Final de la Noche (Parte 1)

Fué hace un poco más de un año, me encontraba aburrido en un hostal de NY una noche de diciembre. Tomé mis discman, les puse el "Standing on the Shoulder of Giants" de Oasis y salí a caminar por Brodway Av. Después de varias calles recordé que en esa ciudad el metro funciona las 24 horas, me metí en la estación más próxima. El "Subway" de noche es muy distinto al de día, los trenes pasan con menor frecuencia y lo hacen con poca gente, la mayoría de esa gente no la ves de día por ningún lado: prostitutas, trasvestis, yonquis, rateros, etc...Recuerdo la conversación de un par de trasvestis hispanos, probablemente de Puerto Rico, que se decían entre sí "papi" todo el tiempo.

Bajé del tren en la estación de Times Square, tenía la intención de visitar la Virgin Records, pero al llegar me di cuenta que la tienda cerraba a las 3am y ya eran casi las 4. Seguí caminando por Broadway escuchando "Roll it Over" hasta que un negro con una chamarra enorme me detuvo y me dijo algo que no oí por los audífonos. Me hizo una seña muy extraña con sus manos: hizo un círculo con los dedos índice y pulgar de su mano izquierda mientras penetraba aquel círculo de aire con el dedo índice de su mano derecha. Me pareció muy extraño, me quité los audífonos y le pregunté what? "wanna have some fun?"-me respondió. Notó entonces mi cara de terror (creí que ese cabrón quería follarme) y me explicó que el "conocía a algunas damas de la noche" que podían ayudarme si me sentía "solo". Le respondí que no estaba interesado y cuando me iba me preguntó si me gustaba la mota, que tenía buena mota para venderme.

Le di la espalda y volví al metro, cuando miraba la lista de estaciones en las que se detenía el tren a esas horas (el metro de nueva york es un caos absurdamente complicado), noté que le tapaba la visión a un tipo güerejo, me hice a un lado para dejarlo ver y me preguntó si yo era de NY, le respondí que no, pero si quería podía ayudarle a llegar a algún lado (yo ya llevaba ahí un rato y entendía bien esa maraña de líneas y estaciones). Me respondió que lo que buscaba era un bar, me preguntó si habían algunos abiertos a esa hora en el "uptown". Entonces le dije que allá arriba ni le buscara porque yo venía de allá (Bronx, Harlem) y no había nada abierto, que por eso estaba ahí en Times Square, esperando que algo sucediera.

De pronto llegó un tipo muy alto y rubio, de esos hombres con espaldas anchísimas y expresión de enfado, más como un toro que un hombre. Le dijo al primero con el que hablaba algo así como "she´s gone!" y noté que quería llorar. Luego el grandulón subió las escaleras del metro y el güero me explicó que aquel hombre/toro era su mejor amigo, que iban a celebrar su cumpleaños pero se peleó con su novia. Bajó entonces el grandulón y dijo algo así como "al carajo con ella, vamos a embriagarnos!". Me agradó su actitud y salimos los tres en busca del bar más cercano.

No habíamos caminado dos calles cuando el hombre/toro se arrepintió, dijo que le daba remordimiento enviarla al hostal sola, temía que Nueva York se la fuera a comer viva. Entonces se volvió al metro y quedamos solos el güero y yo, buscamos bares en cada calle y avenida ¿qué le pasa a esta pinche ciudad, no que no duerme?

martes, enero 08, 2008

Desnudo

Qué divertido es desnudarse para hacer el amor! Desnudarse para nadar también es muy entretenido, especialmente si nadas desnudo con una dama que también está desnuda y hacen el amor. Qué divertido es hacer el amor!

Si fuese por mi, estaría desnudo todo el día todos los días, es una sensación maravillosa, la brisa contra tu piel, el frío suelo refrescando las plantas de tus pies, los músculos dibujados tenuemente en el cuerpo. Si, la desnudez es de mis cosas favoritas, la desnudez de señoritas esbeltas es la mejor.

Mientras escribo esto me gustaría estar desnudo, sin un sólo calcetín sentado aquí en mi habitación, imaginen la cara de cualquier incauto que entre a mi alcoba y me encuentre encuerado frente a la computadora. Qué divertido sería eso! Si, lo haré..

....

Ahora estoy desnudo y siento la fría madera de mi silla contra mis nalgas, escucho a Charlie Parker con esa cancioncilla "I'm in the mood for love", he dejado la puerta de mi habitación cerrada pero sin seguro, espero que alguna señorita esbelta y desnuda me visite esta noche. Charlie sigue pidiendo amor con su saxofón, el calor de mi cuerpo ha calentado mi asiento.