Muse en México

Aquella banda británica que tuve la suerte de ver hace cuatro años en un festival, la que hace claroscuros con la música, pasando de baladas angelicales a tamborazos y estruendo de los mil demonios en cuestión de segundos, todo esto manteniendo la armonía y el ritmo intactos.

Si, Muse vino al D.F. en el Palacio de los Deportes deleitó a la naciente juventud rockera del país, poco después de terminado el concierto, un sismo de 6.9 grados en la escala Richter sacudió la capital mexicana..¿coincidencia?

Yo creo que no, estoy convencido de que Muse llegó a la ciudad de México a hacer lo que ni Oasis, ni Paul Mcartney ni los Rolling Stones ni Roger Waters, ninguno de ellos, con sus dobles y hasta triples apariciones en el D.F. han logrado: hacer retumbar la tierra, darnos una lección sobre lo que se escucha hoy en día, no se puede entrar a un antro o subirse a una pesera sin escuchar aquel asqueroso y vulgar Reggaeton.

La música está hecha para escucharse y regocijarse con la genialidad de unos que pueden hacernos sentir con notas, no para repetir ritmos con frases vulgares.

Muse nos ha venido a advertir, la hecatombe es aún evitable.