Pensamientos Insomnes

Yo antes creía que la toda la humanidad tendía al bien y a la felicidad. Eso fué antes de conocer gente que es absolutamente todo lo contrario este tipo de humanidad.

Esta gente llegó y me fascinó, no son ricos, no son agradables y siempre se salen con la suya. Y si, si son felices, pero no de ese modo cursi de felicidad. Lo que les alegra es lo vicioso y lo egoista. Tienen vidas distintas, algunos inclusive viven en las calles o duermen a la orilla de ríos con nombres impronunciables en ciudades lejanas. Los conozco porque yo soy igual a ellos, aparecieron en mi vida porque yo soy un imán para los locos, los ojetes y las putas; esto es sencillamente porque yo soy un loco, un ojete y si fuera mujer, sería una verdadera puta, una putísima y una hija dela chingada.

Me agrada esta gente porque me agrado yo, que siempre me salgo con la mía y me hace feliz lo vicioso y lo egoista.Esto no es así por elección, creo que siempre fuí así, desde pequeño encontraba mayor placer en ver fracasar al héroe de la caricatura de moda, cosa que muy raramente sucedia.

Me he topado con vagabundos tan sabios y locas tan amorosas, drogadictos alegres y lúcidos que parecen contener la única y verdadera virtud del ser humano (la del dejar ser al ser), borrachos llenos de frenesí y amor por la vida, felices y satisfechos, que elijen la autodestrucción porque también han perdido la fe, porque nunca la tuvieron o porque no existe la fe.

Sin embargo, de toda esa gente que describo,ninguno es amigo mío. Mis amigos son personas decentes y alegres, con uno que otro vicio, como está permitido, les aprecio y lo saben. Este post no es para ellos; es para los que he conocido fuera de México, en bares de Nueva York, en las cloacas de Birmingham, en el metro de París. Vagos, borrachos y drogadictos, de los que he aprendido mucho, y por ser tan parecidos a mí, no podemos ser amigos.

Son ya las seis de la mañana y sigo sin poder dormir...