Remedia Amoris Pt. 1

Son las cuatro de la madrugada aquí en la ciudad fronteriza de Nogales Sonora, así que en el D.F. deben ser como las seis de la mañana, acabo de llegar a casa, vengo de una pinche estación de policía nogalense, pero creo que debo empezar por el principio.

Desde hace una semana he trabajado en una escuela de inglés cerca del único centro comercial más o menos decente de ésta pichurrienta ciudad, la paga es poca y el trabajo mucho pero es sólo temporal, en lo que junto para moverme a otro lado, Chihuahua es hasta ahora el candidato número uno. La secretaria de la escuela es una chica en extremo guapa llamada Izbia, cuando me dijo su nombre por primera vez yo pegué el grito en el cielo: Lesbia! No-me respondió-es Izbia, í, zeta, bé de burro, í, a...Ah, menos mal-dije alviado, y quién es Lesbia?-me preguntó, una puta de hace dos mil quinientos años-fué mi respuesta, y al notar la cara de confusión/asco que puso traté de arreglar:bueno, no sé si una puta pero sin duda sí era una cortesana o algo así, era la musa de Catulo... la qué de quién?-inquirió aún más sacada de onda la bella recepcionista, Catulo, mi poeta latino favorito-Catu...lo? poeta qué?-Nevermind.

De mis alumnos existen tres que se destacan no por sus notas sino por la cantidad de desmadre que causan en cada clase y aún fuera de ellas porque se pasan casi toda la tarde en la escuelita ésa, platicando con Izbia o entre sí en la recepción del instituto. El primero de ellos es Ricardo, no sé qué edad tenga pero no debe pasar de los diecisiete, a cada chica guapa que entra al edificio le pregunta su nombre y su edad y trata de hacerle la plática, es increíblemente extrovertido y ruidoso, habla hasta por los codos; todo lo contrario es Miguel, un chico tímido y retraído de Culiacán, es difícil hacerlo hablar, en una clase, buscando tema de conversación le pregunté por su padre, me respondió que estaba muerto, le pregunté hace cuánto que falleció y dijo que hace dos años, que por eso se vino a Sonora con su mamá, antes de que pudiera preguntarle las circunstancias de la muerte de su padre y por los "personal problems" que lo trajeron a la frontera me detuvo con un llano: i prefer not to talk about it. La última es Laura, una adolescente vaca, debe medir lo mismo que yo y pesar todavía más, tiene un par de tetas tamaño jumbo que no tiene la decencia de cubrir más que con blusitas pegadas con escotes asquerosamente pronunciados para una niña de su volumen, su actitud es la de la típica chica fresa norteña, siempre está hablando con palabrotas y haciendo gestos de asco y desidia, su insulto favorito es: eres un indio o no seas indio!Su último día de clases fué el lunes, su último examen se lo apliqué yo y la pasé sólo porque creí que así ya no tendría que verla nunca más pero me equivoqué, frecuenta la escuela todos las tardes, se siente en la recepción y platica con quien se cruce por su camino.

El miércoles Ricardo hizo un gran argüende: insistió demasiado en que todos fuéramos a "pistear" el viernes después que cerrara la escuela, todos juntos-dijo-usted tícher, la Izbia, la Laura..todos! Todos aceptamos menos Miguel que arguyó su madre no le daría permiso, a los que aceptamos Ricardo nos hizo prometer que nadie se echaría para atrás. Ayer viernes (porque ya es pinche sábado!) las clases transcurrieron normales salvo porque Rick metió una cheve a clase y la estuvo bebiendo mientras resolvía su libro, al final del día yo no tenía ganas de tomar pero sí bastnte interés en conocer a Izbia fuera del trabajo, y es que tienen que verla! Imagínense a una chica alta (como de 1.70) y delgada, con cabello rojo y cara coqueta, un busto pequeño pero un par de piernas largas y excelentemente torneadas con unas nalgas que te dan ganas de morder hasta quedarte chimuelo, a eso hay que sumarle que siempre me está hablando de que quiere olvidar a su novio con quien duró unos siete años y rompió hace diez días. Ricardo se fué a su casa desde las cinco o seis y prometió volver a las nueve para que fuéramos todos juntos a casa de su "tía la rockera de veintidos años" para pistear, a las nueve y media estábamos esperándole todos: Izbia, Laura, yo y hasta Miguel, quien milagrosamente consiguió permiso de su madre gracias a que Izbia intercedió a su favor y prometió que el niño volvería vivo sano y temprano a su casa. Por teléfono Rick le dijo a Laura que empezáramos con el precopeo en el bar del "mall" frente a la escuela en lo que él se arreglaba, después de un par de cervezas en dicho bar donde lo único que me entretuvo fué una pelea de box en la tele (porque la plática de Izbia, Laura y Miguel era simplemente pendeja) decidimos prescindir de Ricardo e ir a bailar a una "barra", para entonces mi interés en Izbia estaba sepultado pero me habían entrado unas ganas de beber como cosaco debido a que poco antes de terminar la jornada laboral recibí ciertos mensajes de cierta chica lingüista de la F.F. y L. que dice estar enamorada de mí, su determinación y seguridad respecto a sus sentimientos no hace más que confundirme, ella me gusta y mucho pero encuentro difícil, para empezar, que alguien se enamore de alguien como yo, y en segundo lugar, en tan poco tiempo y conociéndome tan poco, en persona nos hemos visto sólo dos veces y de ése par no se arman ni seis horas juntos, de todas formas ella dice estar muy segura y quiere venir al norte a verme, venga pues, pues que venga-pensé-no quiero pensar más, a veces (la mayoría) las mujeres me parecen trampas mortales que hay que sortear, pero hoy no me voy a preocupar por ni madres y sólo voy a chupar.

Primero fuimos a una "barra" en las afueras de la ciudad, Laura conducía la Ford Lobo de su abuelo, tenía las balatas descompuestas, cada vez que frenaba se oía un rechinido infernal, la barra de las afueras estaba casi vacía así que fuimos a un lugar llamado Skky, justo atrás de la escuelita de inglés, después de pagar un cover decente entramos a un lugar no muy lleno pero tampoco casi vacío con gente muy arreglada sintiéndose super "fashion" y cara de que nadie les merece, a pesar de que me prometieron que habría rock la música era de esa como electrónica-dance-puñetera típica de antro fresa que no me gusta casi nada, aunque debo admitir que no había reggatetón, el lugar era el típico antro provinciano con la típica gente fresona provinciana, banda de la uvm-güe.

Todos pidieron cervezas pero yo no, los precios me parecieron ridículamente elevados además que le pagué el cover a alguien que no supe quién y los alumnitos no pagaron las cervezas que bebieron en el primer bar, me dije a mi mismo que si quería salir de Sonora y llegar a Chihuahua o a Sinaloa o a cualquier pinche lado no podía seguir gastando así el dinero. Para ser del todo sincero me emociona la idea de ver a la chica lingüista en alguna parte del norte de éste país(quizás en la tierra de Villa), aunque sólo sea para disipar mis sospechas: que las chicas que dicen enamorarse de mí no lo hacen realmente, se enamoran de la sensación de estar enamoradas y nada más. Total, sé muy bien que iré a hacerle el pendejo, a probar mi suerte y a darme yo solito en la madre, es mi estilo, yo no aprendo de mis errores!-pensaba mientras me veía camiando solo y despechado a través del desierto de algún estado fronterizo.

Sentado en un rincón de aquél antrejo mientras mis acompañantes bailaban y reían me acordé mucho de Hank y sus poemas alcohólicos, especialmente de Friends Within The Darkness y de Alone With Everybody y lo comprendía, entendía a Charles tan pinche bien que me daba asco, yo quería beber, quería estar tan borracho como pudiera soportar mi cuerpo pero no quería estar con ellos, no quería estar con nadie, beber solo es mejor que hacerlo en mala compañía, estar solo es mejor que rodearse de imbéciles! Sin embargo, por qué siempre acabo acompañándome con quien sea? Estúpido miedo a la soledad.

(Ya me dieron las seis escribiendo ésto, apenas voy a la mitad, por ahora lo dejo pero lo retomo cuando despierte, comenten, no sean tacaños/tímidos! Son muy bienvenidas las sugerencias para el título)