Qué bello aquello de que sea un fin de semana y salgas temprano de trabajar y duermas muy rico hasta que llega tu novia a tu casa y te despierta y te da una cogida de aquellas que sabes recordarás y te harán llorar cuando tengas 80 años (si es que llegas) y ya no puedas tener una erección.
oooouuhh (tomando aire):
Y que después de aquella super magnífica sesión de sexo acudan los dos a aquel festival con nombre de teléfono gabacho a ver a los Flaming Lips derramar amor y colores en el escenario, que se te cumpla el sueño de algún día ver a Scott Weiland vivito y coleando y para terminar las uñas de nueve pulgadas con aquella masiva alucinante pantalla.
Luego volver a casa que está a unas calles del estadio donde se llevó a cabo el concierto y tener más de aquel maravilloso sexo sudoroso, delicioso.
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5 comentarios:
Hoy, aparte de mi respeto, te has ganado mi envidia... Mucha de ella.
Hate you!
Qué rico.
Eso es vida, no mamadas.
Que pinche presumido!
jeje
Saludos
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