Algunas veces, la mayoría, sucede que cuando termino un cuento o un poema y lo vuelvo a leer, me arrepiento tanto de haberlo escrito, cada letra me parece un aguijón contra mi ego, encuentro el texto aborrecible y me dan ganas de pedirle perdón a la humanidad por haber creado semejante abominación. Estos renglones no están exentos de este sentimiento, más me precio de saber que son quizás los más sinceros que he escrito en mucho tiempo.
martes, julio 22, 2008
Jácara
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7 comentarios:
Orale...aveces a mi me pasa igual. haz el test del eneagrama, es de mucha ayuda...
Sincero??
Sinceridad es la clave.
Ya si es una abominaciòn pues se convertira en parte del genero.
Por lo menos aun escribes... eso es ganancia... por cierto escribo esto desde tu compu... Wey ya vamonos a cenar!!!
Nos pasa a tod@s. Pero te eres sincero a ti mismo y eso es lo realmente importante.Ahora...
!Quiero ver tu sangre en esa hoja de papel ! :P
Sólo no dejes de escribir, ok ?
p.d. Gracias por pasar a saludar :D
Así sucede cuando pasa,
y pasa muy a menudo, colega.
yo paseándome por aquí
el ocio en línea es bastante agradable.
Se nota que hubo tanta sinceridad como placer al escribirlo.
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